En la actualidad
no quedan dudas de los beneficios humanos, sociales y económicos que trajo bajo el brazo la ley del
tabaco. Además, la ciudadanía ha demostrado que estaba preparada para dar un
paso adelante por una sociedad con menos humos y más salud.
Pero desde hace
unos meses, el multimillonario Sheldon Adelson ha pedido explícitamente una modificación de la ley como condición para su proyecto de construcción de un mega-complejo
de juego en España. Sin entrar a discutir sobre las bondades y los riesgos en términos
económicos y sociales de la “operación Eurovegas”, deseamos comentar desde
nuestro conocimiento como investigadores y profesionales de la salud pública una
de las condiciones que el magnate norteamericano ha puesto para establecerse en
nuestro país. Adelson pide que se cambie la ley del tabaco para permitir fumar
en sus casinos y salas de juego, como si los espacios sin humo fueran una amenaza
para sus negocios.
¿Es cierto que
las leyes de espacios sin humo tengan un impacto negativo en el negocio de
casinos, bingos o salas de juego? La respuesta afirmativa que algunos defienden
se basa en un argumento simplista: dado que las personas son más propensas a
fumar cuando beben o juegan, limitar estas últimas actividades perjudicaría a
la primera. El resultado neto sería una disminución de los ingresos para el
negocio. Sin embargo, la inmensa mayoría de los estudios publicados hasta la fecha
no están de acuerdo con esa premisa. La respuesta correcta a la pregunta
anterior es “no”. Como es el caso de la hostelería, estudios en diferentes
países demuestran que la creacion de ambientes totalmente libres de humo de
tabaco en estos establecimientos no afecta negativamente al negocio. Ciertamente,
en España, la actividad económica de casinos, bingos y salas de juego está
disminuyendo desde hace años. Pero no es a causa de la ley del tabaco. Por
ejemplo, los datos de afiliación a la seguridad social muestran una pérdida de empleo en este sector desde
mediados de 2008,
coincidiendo con la crisis económica. Desde mediados de 2008, ni más ni menos
que dos años y medio antes de la prohibición de fumar en estos locales.
Pero el binomio
juego-tabaco existe, aunque en otros términos. Sabemos desde hace tiempo de la
relación entre la industria tabaquera y la industria del juego. Así lo demuestra el análisis de los documentos internos de
la industria del tabaco. Como hicieran con la industria hostelera, las tabaqueras se han esforzado
por convencer al sector de los juegos de azar para luchar contra la legislación
de espacios sin humo, con falsos argumentos económicos como el ya mencionado o
promoviendo “soluciones” como salas de fumadores o cubículos convenientemente
“ventilados”. Los sistemas de ventilación pueden eliminar el olor a tabaco,
pero no eliminan del aire los tóxicos y carcinógenos del humo del tabaco, que
aumentan el riesgo de infarto de miocardio y cáncer de pulmón. Estas “soluciones”
no funcionan y dejarían desprotegidos frente al humo del tabaco a trabajadores (y
clientes) de estos establecimientos. Esta relación con la industria de los
juegos de azar forma parte de las variadas estrategias de oposición de la
industria del tabaco a las medidas de espacios sin humo. No es casualidad que
el tema del Día Mundial sin Tabaco de la OMS del próximo 31 de
mayo sea justamente
“frenar las interferencias de la industria del tabaco”.
La ley del tabaco
ha sido y seguirá siendo positiva. Son muchas las razones para mantenerla y reforzarla. Por ello, debemos conservarla en los
mismos términos en que fue aprobada por amplia mayoría por nuestros
legisladores. Insinuar, solicitar o defender un cambio de la actual ley
española del tabaco en aras de una operación como Eurovegas o una supuesta revitalización económica de la industria
del juego es una
irresponsabilidad. Tenemos que seguir apostando por la salud.
Esteve Fernández y Jose María Martínez-Sánchez
Unidad de Control del Tabaquismo, ICO-IDIBELL
Imagen obtenida de: http://boldecine.blogspot.com.es/2011/03/la-extrana-pareja.html
Texto revisado y enriquecido de la Tribuna "Casinos y tabaco: la extraña pareja" publicada el 29 de mayo de 2012 en El País.